Dios les bendiga, mi nombre es Jose Adilio Peraza, predicador, diacono y lider de jovenes de Betesda en California. Yo fui instruido desde niño en el Evangelio, sin embargo mi familia se separo. Yo anduve fuera de la palabra y del camino de Dios, lo cual trajo fracaso a mi vida. Mi Dios grande en misericordia, un día se acordo de mí. La palabra de Dios es viva y eficaz mas cortante que una espada de dos filos. Un día la esposa de mi hermano me predico y asi llegue a la Iglesia Betesda, donde naci en Jesucristo. Aquí permanesco sirviendole a mi Señor, donde su nombre es glorificado Dios unió a mi familia y estamos todos sirviendole al Señor. Dios los bendiga.

Dios le bendiga, mi nombre es Custodio Aguilar. Yo estaba perdido en el pecado, yo creía en Dios pero no lo conocía. Mi esposa y mis hijos fueron salvos en el año 1984, pero yo les hice la vida imposible por diecisiete años. Me hablaron de Cristo, pero yo maldecía la Biblia que ella leía. Mi esposa oraba por mi salvación y llego el día que acepte al Señor pero seguía tomando y viviendo mi vida de la misma manera. En el año 1999, el más chico de mis hijos me dijo, “Papa, yo me voy de esta casa, no vuelvo hasta que tu cambies, porque tú tienes el diablo metido!”. Las palabras de mi hijo me hicieron despertar y reflexionar. Cuando mi hijo se fue, le empecé a servir a Dios, cambio mi vida en lo que yo esperaba el regreso de mi hijo. Por diez años no supe donde estaba y ese dolor habia en mi corazón. A los diez años, lo encontré casado con dos hijos y le doy las gracias a Dios por mi salvación y la restauración con mi hijo.  

Hola mi nombre es Ignacio Oseguera y llegue al camino del Señor en el 2009. Doy gracias a Dios por haber puesto su mirada en mi aun cuando era un pecador y me hizo nueva creación en Cristo Jesus. Doy gracias a Dios por haber cambiado y transformado mi vida. Solo los que hemos creido y entregado nuestra vida a Cristo sabemos que el verdadero amor de Dios cambia, renueva y libera, te invito a que seas parte de esta nueva vida que solo se encuentra, en el gran yo soy que es Cristo Jesus ahora soy diacono en la Iglesia para la honra y gloria de Dios. Cada día tengo hambre y sed de servirle a Dios con todo mi corazón.